El Ninja Yoga, llamado también Vidyaraja Yoga o "Yoga de los Reyes de la Sabiduría", es un sistema de Yoga budista único que combina la filosofía y la práctica budista con las prácticas yóguicas para permitirnos desarrollarnos en cuerpo, mente y espíritu y alcanzar el Despertar. Entre las prácticas del Ninja Yoga, se encuentra la práctica de la Atención Plena, también llamada "Mindfulness". Si bien el término, y en algunos sentidos, la práctica, se han comercializado, esperamos poder presentar la Atención Plena desde una perspectiva práctica, pero fiel a sus raíces budistas.
El Mindfulness, o la Atención Plena, fue una práctica desarrollada por el Buda Shakyamuni hace más de 2,500 años para poder encarnar el Dharma, las enseñanzas budistas, ponerlas en práctica en nuestras vidas, y obtener sus beneficios. Esta práctica era llamada "Sati", y es uno de los Siete Factores de la Iluminación, y es el séptimo elemento del Noble Sendero óctuple. Sati implica conciencia, atención o un estado de alerta. Otra fuente de la Atención Plena es la meditación Vipassana, que significa percepción cultivada por la meditación. Por ello, en la tradición budista, la Atención Plena es un antídoto contra el engaño y se considera como un poder que contribuye al logro del Nirvana. Originalmente, la Atención Plena se refería a tener en mente al Buda, el Dharma y la Sangha presente en todo momento para no permitirnos dejarnos llevar por nuestros deseos, nuestros apegos, y nuestros pensamientos y emociones, sino actuar proactivamente y escoger el curso de acción más sabio y acorde con el momento.
Históricamente, en las culturas budistas asiáticas, los monjes y las monjas practicaban la meditación, no la población laica en general. Para los ordenados que buscaban el camino hacia la Iluminación, la meditación era un instrumento para facilitar el ascetismo, el desapego y la renuncia. Pero al Occidente influenciar las culturas asiáticas, muchos monjes empezaron a enseñarle técnicas de meditación a la población en general, en un intento por frenar la influencia del Cristianismo en los países asiáticos. Luego, al los occidentales ver los beneficios (y lo exótico) de las prácticas meditativas, decidieron importarlo a Occidente, desprovisto de sus raíces religiosas. Es por eso, principalmente, que hoy día existen muchas formas de Atención Plena "secular" y comerciales.
En términos prácticos, la Atención Plena es la práctica de estar en el momento presente de forma concentrada, directa y sin juicios, sino con curiosidad, compasión y aceptación. Este tipo de atención nos enraíza en el momento presente: todo lo que está pasando en este mismo momento. Al traer la atención al momento presente, nos damos cuenta que aunque este momento se parece a otros que hemos experimentado, el pasado no se está repitiendo. Aunque podamos temer situaciones y desenlaces similares, no están sucediendo. Solo existe el aquí y ahora. Cuando lo que está sucediendo es agradable, podemos disfrutarlo sin preocuparnos por cómo puede terminar o cómo obtener más. Cuando lo que está sucediendo es desagradable, no caemos en la tentación de asignar culpas o en el miedo de que nunca va a acabar. Incluso el dolor puede ser tolerado si no proyectamos nuestros temores sobre el futuro, y cuando nos damos cuenta de que podemos tolerarlo por este momento, y en el próximo. Así, nos veolvemos más sensitivos a los cambios que ocurren de momento a momento, así como los patrones limitantes a los que nos sometemos inconscientemente.
El prestar atención en todo momento nos revela que las cosas están cambiando constantemente. El cambio es lo único constante en la vida. Esta es la ley budista de la impermanencia. Pero sufrimos cuando las cosas cambian y tratamos de impedirlo, y seguimos creando más sufrimiento. Podemos liberarnos del sufrimiento cuando realizamos que solo existe el ahora. Podemos disfrutarlo, reconocer el dolor, y prepararnos para lo que suceda en el futuro.
El traer nuestra atención a lo que está sucediendo ahora mismo también nos revela que no solo nos está sucediendo a nosotros únicamente. Aunque las condiciones nos impidan ver más allá de lo que nos este sucediendo, cuando nos preguntamos "¿Qué está sucediendo ahora mismo?". nos damos cuenta de que lo mismo le está sucediendo a muchas otras personas. En vez de pensar "que mal, está lloviendo, y se dañaron mis planes", pensamos "está lloviendo". Buscamos información concreta, factual y observable. Una respuesta honesta elimina toda asignación de motivación, e invita una curiosidad sobre nuestro estado interior, arrojando luz sobre nuestras asumciones, y sobre lo que otras personas pueden estar pensando y sintiendo. Así, nos damos cuenta de que lo que muchas veces pensamos que está sucediendo no es realmente lo que está sucediendo; nuestros pensamientos y patrones colorean nuestras experiencias. Si podemos abrirnos al momento presente sin prejuicios, podemos ver las cosas de manera objetiva y sufrimos menos.
En la práctica de la Atención Plena, nos encaramos con nuestras propias, sensaciones, pensamientos, emociones y nuestro sufrimiento. Si podemos simplemente parar y sentir el dolor, sin permitir que le asignemos culpas o intenciones, podemos trascenderlo y cambiar nuestras circunstancias. Incluso, podemos verlo pasar en ese mismo instante, solo por haberle prestado atención. Podemos ver cómo nuestros pensamientos, emociones y nuestros patrones habituales colorean nuestra experiencia y crean sufrimiento. Al hacerlo, no nos dejamos llevar por los pensamientos, sentimientos o patrones habituales - nos desapegamos, tomamos ditancia - y nos acercamos a nuestro sufrimiento con compasión. Ya no podemos sentirnos lástima y huir de la situación. Así como una madre consola a un hijo en dolor, nosotros abrazamos nuestro sufrimiento. Las consecuencias de esto son poderosas. Al haberme podido ayudar a mi mismo, puedo entonces ayudar a otros.
La Atención Plena no es algo que se alcanza inmediatamente. Como toda práctica, requiere paciencia y dedicación. Dado a que el momento presente se encuentro solo aquí y ahora, solo puedo estar consciente del momento presente. Esto significa que gran parte de la práctica envuelve devolver la atención al momento presente constantemente. Veamos brevemente cómo podemos practicar la Atención Plena. Es importante destacar que la práctica de la Atención Plena, como toda práctica, es una secuencial y requiere de la instrucción directa de un maestro. Esta información es solo ilustrativa.
Al principio, para poder desarrollar una buena zapata, es bueno practicar la Atención Plena en la meditación sentada. Existen varias modalidades: una es la atención concentrada, y la otra es la consciencia abierta. Ambas están relacionadas y se apoyan mutuamente. Sentado en una posición cómoda (tradicionalmente, es recomendado sentarse en Padmasana o posición de loto o medio loto, o en Vajrasana o sentado sobre las piernas en la posición japonesa llamada Seiza, pero se puede sentar en una silla con la espalda ergida), entrecierre los ojos y observe aproximadamente tres pies hacia adelante sin enfocar la mirada en ningún punto, y respire. Primero, traiga su atención sobre el estar sentado, sntiendo tu conexión con el suelo, el cojín y la espalda. Luego, lleve su atención a su piel, su temperatura, y la diferencia entre la piel cuebierta y la piel expuesta. Sienta sensaciones sutiles como vibraciones, el viento sobre su piel, y todo tipo de movimiento. Habiendo llevado la atención al cuerpo, podemos darnos cuenta de nuestra respiración. Lleve su atención al sentimiento de inhalación y exhalación y al movimiento de su cuerpo con su respiración, y observe objetivamente todo el proceso.
No piense en su repsiración; siéntala. Dado a que nos estamos enfocando en nuestros cuerpos y no nuestros pensamientos, es normal que surjan pensamientos. Esto es natural. Nuestra práctica en la meditación no es suprimir los pensamientos, sino observarlos sin envolvernos con ellos. Una metáforma que me gusta usar es que observer la mente como el espacio abierto, y cada pensamiento es una nube que surge, pasa y se desvanece, sin dejar rastro. Sea solamente el Testigo. Cada vez que veamos que nuestra atención se ha desviado, o que hemos entretenido un pensamiento, devuelva su atención nuevamente a su cuerpo y su respiración sin juicio y con compasión. Si surge un sentimiento, solo obsérvelo y déjelo ir, así como con lo pensamientos. Esto también es normal, pero es significativo. Esto nos sucede en cada momento, todo el día, toda nuestra vida, de manera inconsciente, y perpetúa nuestro sufrimiento. La práctica de la Atención Plena nos permite reconocer nuestros patrones habituales y limitantes, y al reconocerlos, hemos dado el primer paso para modificarlos. Pero eso lo dejamos para luego de nuestra práctica, y volvemos al momento presente, a nuestros cuerpos y nuestra respiración.
El profundizar nuestra concentración nos ayuda a conectarnos verdaderamente con el momento presente. Con una mente concentrada, podemos más fácilmente reconocer cuándo nos distraemos, cuándo caemos en patrones habituales y reaccionamos, y regresamos a nuestra atención clara. Pero debemos de mantener una atención concentrada pero relajada, ya que si nos concentramos demasiado, podemos perder de vista la totalidad del momento presente. Es por eso que balanceamos la atención concentrada con la consciencia abierta.
En la consciencia abierta, comenzamos como en la modalidad anterior, sentándonos cómodamente, y enfocándonos en nuestros cuerpos y nuestra respiración. Luego, llevamos nuestra atención a nuestra mente. Vea ahora su mente como el espacio abierto, como el cielo claro y sin límites, y observe, sin entretener sus pensamentos, todos los pensamientos, memorias, historias e imágenes que surgen en su mente. REconozca su presencia y deje que pasen, como nubes que flotan en el firmamento. Decidimos dejarlos ir, intencionalmente, para ver la naturaleza fluida de la experiencia; su naturaleza efímera e impermanente.
Esta práctica nos ayuda a ver que, al igual que con la práctica anterior donde vimos que no somos nuestros cuerpos, tampoco somos nuestros pensamientos ni emociones. No tenemos que entretener todo pensamiento y emoción que surge en nosotros. Dado a que estamos habituados a unir nuestros pensamientos y emociones a narrativas, sufrimos. Con esta práctica, podemos aprender a dejarlos ir y ver su naturaleza transitoria. Este es el segundo paso en lograr un cambio significativo dentro de nosotros. En última instancia, aprendemos que las historias a las que contamos y a las cuales le adherimos nuestros pensamientos y emociones no son diferentes de las que nos contamos todas nuestras vidas. Ellas también son impermanentes y fueron coloreadas por nuestros pensamientos y emociones. Todo nuestro pasado pasó y ya no existe. Nuestra memoria lo trae a nuestra atención como si estuviera sucediendo, pero no es cierto: estamos pensando en ello pero pasará; es impermanente. Todas las historias que nos contamos sobre nosotros mismos, todas las historias que nos hacen sentir como sujetos sólidos, contínuos y separados, son solo historias, y al igual que los pensamientos y las emociones, son impermanentes. No somos lo que pensamos que somos.
La meditación de la Atención Plena nos entrena para la práctica activa de la Atención Plena en el Yoga y en la vida diaria. Nos ayuda a comprender que nuestros deseos, pensamientos y emociones desarrollan nuestras conductas habituales y aprendemos a reaccionar de forma consciente y con compasión para con nostros mismos y los demás. Igualmente, nos ayuda a ver que nuestra felicidad y bienestar está interconectada con la de todos los demás.
En la práctica del Ninja Yoga, incorporamos sistemáticamente cada uno de los fundamentos de la Atención Plena en los Asanas o posiciones de Yoga, trascendiendo gradualmente las capas ilusorias del ego y descubriendo la Consciencia Fundamental, unéndonos al Universo. Esto nos libera de nuestras ilusiones y nos abre el camino para alcanzar el Despertar.
En la práctica del Ninja Yoga, incorporamos sistemáticamente cada uno de los fundamentos de la Atención Plena en los Asanas o posiciones de Yoga, trascendiendo gradualmente las capas ilusorias del ego y descubriendo la Consciencia Fundamental, unéndonos al Universo. Esto nos libera de nuestras ilusiones y nos abre el camino para alcanzar el Despertar.
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Las prácticas de la Atención Plena en cuerpo, mente y espíritu, así como las instrucciones sobre cómo aplicarlas en el mat de Yoga y en la meditación, son detalladas en mi libro Ninja Yoga (Shinobi Press, 2019).
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